Los bichos populares nacen de palabras expulsadas por unas singulares bocas . ¡Cuidado! Con solo ser pronunciadas incluso pueden llegar a romper cristales. Porque ellas no conocen el "sin-silencio". Son bocas que se aman, pero también odian. En un aparente absurdo nutren a los pájaros que habitan en nuestra cabeza.
Los bichos se reproducen, ¿Acaso no conocéis la historia del puma que le pidió salir al pez?. Aunque estéis en el quinto pino, allá donde os encontréis, si oís ladrar al cocodrilo o veis a un mono comer bambú o a un canguro poner un huevo, si, ¡un huevo!, es que los bichos están cerca. La última historia que nos cuentan de ellos es la de un caracol que con su amigo, un mono en patín ,se dieron un batacazo. Y dijo el cazo: - ¿Por qué? --!por intentar sobrevivir¡ - contestó el caracol.
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